Miniimplantes extraalveolares en la cresta infraalveolar: revisión bibliográfica

Resumen

Los miniimplantes (MI) pueden considerarse la mayor revolución en la ortodoncia moderna, son dispositivos temporales que dependen de la retención mecánica de su estructura metálica en el hueso cortical y no siempre se osteointegran, pueden instalarse entre las raíces de los dientes y también en la región extraalveolar. Los MI instalados en la región extraalveolar tienen varias ventajas en relación a los interradiculares y han demostrado ser efectivos en los movimientos dentales tridimensionales: anteroposterior, transversal y vertical. La ubicación ideal para la inserción de MI en el maxilar superior es en la cresta infracigomática (IZC), sobre el primer molar superior a 14/16 mm por encima del plano oclusal y en un ángulo de 55/70°. Los tornillos deben cargarse inmediatamente después de la instalación, la cantidad de fuerza inicial debe estar entre 150 y 200 g y aumentar gradualmente a 350 g. Los MI que se insertan en los IZC es por su tamaño, ya que al ser más largos (> 10 mm) y con mayor diámetro, tienen mayor área de retención, permitiendo varios movimientos a la vez, optimizando el tiempo del tratamiento de ortodoncia. La colaboración del paciente en estos casos es únicamente con la limpieza del área donde se inserta el MI, cabe mencionar que si se instala en la encía libre las posibilidades de falla aumentan significativamente. La ortodoncia actual sufrió una revolución con el uso de los miniimplantes, debido a su bajo costo, fácil instalación y posibilidades de tratamientos más fáciles y rápidos, especialmente en casos desafiantes y complejos. Los ortodoncistas aún tienen miedo de utilizar estos aparatos, generalmente porque no dominan la técnica.